jueves, 9 de octubre de 2008

Mantenimiento en Automóviles

Las ciudades, pueblos y países, así como sus economías, se han construido y crecido en torno al desarrollo que han tenido los sistemas de comunicación; muy especialmente, la terrestre y más específicamente, gracias a la evolución del parque automotor. En muchos casos, el automóvil determina la forma de vida de sociedades y personas. Para nuestras sociedades contemporáneas, el automóvil constituye un artículo útil y necesario en el desempeño de muchas de actividades cotidianas.

Esta relación de dependencia obliga la consideración de un adecuado mantenimiento y atención de parte de quien posee un vehículo. Ciertamente que los costos de adquisición, mantenimiento, valor del combustible, así como de otros tantos valores asociados, inciden significativamente en los propietarios de vehículos, quienes se avocan a cuidar su inversión y mantenerla en las mejores condiciones operativas posibles.

Por otra parte, la contaminación ambiental producida por los productos residuales de la combustión, ha obligado que gobiernos y organizaciones civiles diseñen estrategias para contrarrestar el consumo de combustibles fósiles. En muchos países existen leyes y controles estrictos en materia de contaminación ambiental, llegándose a establecer cifras máximas de aceptación respecto a las emisiones de partículas generadas por los vehículos automotores.

Mundialmente, los principales e importantes fabricantes de lubricantes, realizan esfuerzos por mantenerse actualizados en los aspectos citados. Año tras año, los productos son mejorados para optimizar el funcionamiento de los automóviles. No obstante, esto no exime del cumplimiento oportuno de un adecuado mantenimiento preventivo; el cual determina la durabilidad y rendimiento de los motores, tal como venimos señalando.

Un eficiente programa de mantenimiento también permite reducir o minimizar la aplicación de correctivos o reparaciones en los componentes de nuestros vehículos. Los tiempos de paradas por fallas y sus costes asociados, tienden a ser menores. Aparte, podemos señalar también, tanto la confiabilidad como la disponibilidad del automóvil; factores que se incrementan sensiblemente y los cuales pueden representar variables claves de rendimiento a considerar y/o evaluar.

La utilización de productos de buena calidad y de marcas reconocidas, en la cantidad y regularidad que determinen, tanto el fabricante, como el uso dado al motor, serán elementos importantes y decisivos para el óptimo funcionamiento del mismo. La regla de oro a aplicar es la de tomar muy en cuenta las recomendaciones y especificaciones efectuadas por los fabricantes automotrices, utilizando en la medida de lo posible, el tipo de producto por ellos sugeridos.

Puntos de revisión frecuente en automóviles:

  • - Sistemas de lubricación (motor, caja, transmisión, equipos accesorios)
  • - Sistemas de frenos
  • - Correas
  • - Sistema de enfriamiento
  • - Sistema de combustibles
  • - Sistema eléctrico
  • - Neumáticos

En cuanto a los detalles, hay pautas generales para estos puntos de revisión, sin embargo, cada fabricante tiene sus particulares indicaciones de acuerdo con las necesidades y características de cada modelo de vehículo. Sugerimos consultar los manuales de usuarios suministrados conjuntamente con su vehículo.

domingo, 17 de agosto de 2008

Tips sobre Contaminación

oil dollarTips sobre Contaminantes

Una gran porción de averías en equipos con sistemas lubricadores, sean engranajes, hidráulicos, etc., están vinculados con la presencia de agentes contaminantes en el aceite. De hecho, esta contaminación puede inducir la generación de problemas dentro de la maquinaria y, consecuencialmente, paradas de producción por fallas y reparaciones, así como la merma de la vida útil del propio lubricante. Obviamente, todas estas situaciones suponen incrementos en los costos de operación.

Veamos algunas situaciones muy comunes y que generalmente olvidamos o despreciamos en la actividad operativa de equipos con sistemas lubricadores.

  • Las altas temperaturas actúan sobre los aceites contaminados propiciando la formación de otros productos indeseables; tales como ácidos, resinas, etc. Queda comprendido el ataque químico que estos causan dentro del sistema con los correspondientes daños a partes y elementos del equipo.

  • Contaminantes ingresados a través del sistema de ventilación, tal como polvo, arena, carbón, etc., fomentan la generación de agentes y subproductos dañinos dentro del sistema de lubricación. El sílice (presente en la arena) puede actuar análogamente; contaminando y “rayando”.

  • La exposición del lubricante a la atmósfera permite la formación de agua por condensación. El agua es responsable de la “cavitación”, ya que su implosión erosiona las superficies metálicas.

  • El desgaste natural de los distintos componentes metálicos dentro del equipo, genera partículas abrasivas que actúan negativamente en el mismo sistema. Si el caudal es elevado, estas partículas destruyen rápidamente las superficies creando, a su vez, más partículas y aumentando el problema (Soplado de arena).

  • Algunas de estas partículas contaminantes, dado su dureza y tamaño, se pueden atascar en ciertas partes móviles del sistema, lo cual genera rozamiento y limaduras, así como una reacción química con las superficies metálicas; lo cual conocemos como “afiladura

Como hemos considerado, el filtrado del lubricante (así como el adecuado mantenimiento al sistema de filtración), reviste capital importancia tanto para la vida y operación del sistema, como para el equipo mismo. Subestimado en oportunidades, este factor puede incidir significativamente en la disponibilidad o no, de un lubricante limpio, de cuyos beneficios dependerán ahorros económicos y paradas indeseables.

P.S.: Muchos fabricantes de equipos, especialmente los hidráulicos, señalan los requerimientos de niveles de filtración usando el código ISO. La ISO 4406 establece un código para expresar la limpieza del fluido en términos de un rango de partículas por mililitro.

lunes, 28 de julio de 2008

PELÍCULAS LUBRICANTES

PELÍCULAS LUBRICANTES
En todo proceso de lubricación la presencia de un elemento que evite el contacto entre las superficies es necesaria. Este elemento, que bien puede ser un gas, un líquido o un sólido, se coloca entre ambas superficies, permitiendo que resbalen y se reduzca la fricción y el desgaste de ellas. Denominaremos “película” a la porción del elemento lubricante que facilitará el movimiento de los componentes; los cuales, generalmente son metálicos.

Las películas lubricantes pueden ser de varios tipos: Película Fluida; Película Delgada o Película Sólida, según veremos a continuación: Película Fluida: Las superficies en movimiento son separadas, aprovechando el grosor y la viscosidad de la película aportada por el lubricante; y a través de su propio esfuerzo cortante. La fricción y el desgaste generado es mínimo, por lo que es el tipo de lubricación más deseada. La película fluida puede ser formada de varias maneras a saber: - Película Hidrodinámica:Se forma a través del movimiento de las superficies lubricadas convergiendo en un punto, en el cual, se genera una presión tal, que permite mantener estas superficies separadas. - Película Hidrostática: Se genera mediante el bombeo a presión de un fluido entre las superficies, las cuales pueden o no estar en movimiento. - Película Elasto-Hidrodinámica (EHL): Las películas EHL se forman en sistemas que contienen dos superficies metálicas lubricadas en movimiento y soportando una determinada carga. El elemento metálico se deforma leve y elásticamente, permitiendo la formación de la película hidrodinámica, la cual separa dichas superficies.

Película Delgada: Distinta a la consideración anterior, existen sistemas que por diseño o por limitaciones del propio equipo, no permiten la lubricación continua y suficiente. En estos casos, se lubrica bajo dosificación o, eventualmente.

Película Sólida: Existen situaciones en las cuales la lubricación con aceites o grasas no es posible. De igual modo, en ciertos sistemas o equipos pueden observarse la presencia de fugas, o existir la posibilidad de contaminación. Bajo este escenario es conveniente pensar en la aplicación de algún agente como vehículo, ligero o poco viscoso, que al volatilizarse deje como residuo una película sólida en los metales en movimiento. Esta película estará compuesta por productos de muy bajo coeficiente de fricción, tales como el Bisulfuro de Molibdeno, Grafito, Mica, etc. Las moléculas de estos productos se alojarán en las irregularidades de las superficies metálicas, rellenando y emparejando sus cavidades, todo lo cual, permitirá reducir la fricción y el desgaste.

He considerado pertinente la publicación de estas líneas ya que es usual que se utilice el término de "película lubricante", y en ocasiones, desconocer como ella se forma o como opera.

Alex Yomar Istúriz León

(Julio 2008)

jueves, 17 de julio de 2008

Tipos de Engranajes

Tipos de Engranajes

En el artículo anterior estuvimos considerando aspectos relacionados con la lubricación de engranajes. Dado lo extenso y complejo de este tópico, deseamos presentarles, a continuación, otras consideraciones que pudieran serles de utilidad. Por favor, no olviden que la naturaleza de este blog es mantener un lenguaje sencillo, sin ambages técnicos.

1. Ejes Paralelos:
Cilíndricos de Dientes Rectos Son el tipo de engranaje más comunes. Se utilizan, generalmente, en aplicaciones a bajas y medianas velocidades. Pueden lubricarse con aceites minerales puros; del tipo R&O; o de turbinas (cuando se tengan altas velocidades).
Cilíndricos de Dientes Helicoidales Tienen un dentado oblicuo con relación al eje de rotación. Suelen colocarse paralelos o cruzados a 90 grados; y en cuanto a la transmisión de movimiento, son más eficientes que los de dientes rectos, por mantener tanto la potencia como la velocidad. Son duraderos y silenciosos, pero más costosos. El ángulo de los dientes o ángulo beta dependerá de la velocidad; en caso de ser lenta, encontraremos los dientes entre 5 y 10 grados, en tanto que a altas velocidades los hallaremos alrededor de los 30 grados. Para lubricarlos se utilizan aceites hidráulicos con propiedades anti-desgaste y, dependiendo otros factores como carga, choque, entre otros, aceites con aditivos cloro-fosforados para Extrema Presión o EP.
Helicoidales Dobles (Engranajes de Espina) Este tipo de engranajes se utilizan para eliminar el empuje axial que tienen los engranajes helicoidales simples y sus dientes forman una especie de "V". Su creación es atribuida al francés André Citroën, el fabricante de automóviles.
2. Ejes Perpendiculares:
Cónicos de Dientes Rectos
Estos engranajes son utilizados en acoples cuyos ejes se cortan en el mismo plano, en ángulo de 90 grados; así como también en transmisiones lentas. En su lubricación, también se requieren aceites con aditivos cloro-fosforados o de Extrema Presión.
Cónicos de Dientes Helicoidales El diseño de este tipo de engranajes permite la transmisión de movimiento de forma más silenciosa que los engranajes cónicos de dientes rectos. Se utilizan en aplicaciones donde se requieren reducciones de velocidad; con ejes que corten; o en 90 grados. También se lubrican con los mismos productos que los rectos, habida cuenta de las cargas y choques presentes.
Cónicos Hipoidales Los engranajes cónicos helicoidales (espiral) están conformados por un piñón reductor de pocos dientes y una rueda de muchos dientes. Una aplicación típica la constituyen las transmisiones automotrices. Este diseño permite un mayor contacto entre los dientes del piñón y la corona. El material y las condiciones de cargas determinarán el lubricante a emplear. Generalmente, se requieren aceites con aditivos EP.
Coronas y Tornillos Sin Fin La interacción de estos elementos mecánicos permiten la transmisión de grandes cantidades de fuerza y potencia, generalmente, entre ejes perpendiculares que se cortan a 90 grados. Consiste en una rueda dentada, tallada helicoidalmente que se puede acoplar a un piñón o corona. Son eficaces como reductores de velocidad. En muchas aplicaciones la corona está elaborada de bronce, en tanto que el tornillo sin fin, de acero templado (esto permite la reducción del rozamiento). Dada la posibilidad de momentos de tensión altas, en su lubricación se utilizan aceites compuestos, tales como los requeridos para cilindros de vapor. La presencia de metales amarillos (bronce), impide la recomendación de productos con aditivos EP. En aquellas aplicaciones de trabajo pesado y con temperaturas elevadas, es conveniente la utilización de aceites sintéticos.
En próximas entregas, seguramente, estaremos considerando la lubricación de otros tipos de engranajes, tales como, engranajes interiores; mecanismos de cremallera; sistemas de piñón-cadena; poleas dentadas; etc. Entretanto, solo deseamos recordarles que para sus opiniones, recomendaciones y consultas, pueden utilizar la dirección de correo electrónico: isturizr@hotmail.com
Alex Yomar Istúriz León
Julio 17; 2008.

miércoles, 9 de julio de 2008

Lubricación de Engranajes

Lubricación de Engranajes
Los engranajes son dispositivos mecánicos que permiten la transmisión de fuerza (potencia) y movimiento rotativo, generalmente, para convertirlo en trabajo. Existen en una gran diversidad de formas, materiales y tamaños, ya que son muy específicos a cada aplicación. A su vez, las velocidades, las cargas y la temperatura de trabajo también determinarán las características de los engranajes a utilizar en cada máquina o sección de ella. Según lo anterior y dada la enorme variedad de elementos y situaciones con engranajes, la lubricación de estas piezas mecánicas deberá adecuarse individualmente según cada caso, a fin de obtener las mejores condiciones de operación.
La lubricación de los engranajes puede llevarse a cabo mediante varios sistemas: Lubricación a Presión por Circulación Centralizada; Lubricación por Baño o Salpique; Lubricación por Goteo; y Lubricación Manual. En los dos primeros, el aceite, circula o está confinado en un cárter y su uso es continuo y prolongado. En tanto que la lubricación manual y la lubricación por goteo, sugieren una pérdida total del lubricante, una vez aplicado.
Los factores más importantes que deben ser considerados en la selección de aceites lubricantes para engranajes son: · Velocidad · Carga · Temperatura de Operación · Material de los Componentes · Forma o Tipo del Engranaje · Ambiente de Trabajo · Sistema de Aplicación Cada uno de los factores enunciados propone un producto lubricante específico, de allí que siempre deben ser considerados en su conjunto. Para la selección final del lubricante, se debe optar por aquellos factores que se identifiquen como características críticas de la aplicación.
Los fabricantes de equipos, generalmente, incluyen en los manuales de operación o de mantenimiento, sus indicaciones, sugerencias o referencias, acerca del tipo de lubricante a emplear. En ocasiones, hasta señalan la marca y el nombre comercial del producto.
Muchos equipos se lubrican con varios tipos de aceites, dado que áreas específicas de ellos o secciones, requieren lubricantes con propiedades diferentes, en virtud del material y/o diseño de los engranajes; entre otros.
Deseamos subrayar la importancia de seleccionar un producto de calidad con las propiedades adecuadas y ajustadas a la aplicación. Los engranajes requieren de la presencia de una resistente película de lubricante entre sus dientes, cuyo grosor permita una óptima operación, reduciendo la fricción y evitando soldaduras entre los elementos constituyentes. En virtud de lo anterior, la escogencia de la viscosidad correcta es fundamental para una mayor vida de los engranajes. En este punto, podemos indicar una especie de regla: “La viscosidad de un aceite lubricante para engranaje es directamente proporcional a la carga que deba soportar e inversa a la velocidad de trabajo”.
En sistemas cerrados, o en aquellos donde el aceite sea re-circulado, seguramente desearemos también otras propiedades complementarias, que podrán ser alcanzados a través del paquete de aditivo contenido en el lubricante apropiado. Por ejemplo: Anti-oxidantes; Anti-corrosivos/Anti-herrumbrantes; Extrema Presión; Demulsificantes; Anti-desgaste son algunos de los aditivos contenidos en los aceites y grasas lubricantes para engranjes.
La escogencia entre productos con bases minerales o sintéticas, dependen de los períodos de cambio; la temperatura de operación; del grado de contaminación del ambiente; etc. Pero hay que tomar muy en cuenta que a pesar de ser más costosos, los aceites sintéticos tienen un rendimiento mucho mayor, dada su resistencia a la oxidación y temperatura.
Finalmente, quisiera acotarles que este tópico es muy amplio. Profundizar en él, pudiera tomarnos mucho espacio y obligarnos a emplear un lenguaje más técnico, todo lo cual nos haría salir del propósito de este blog. Si usted desea información adicional, por favor, agradecemos contactarnos por nuestro correo electrónico.
Alex Yomar Istúriz-León
Julio 2008
isturizr@hotmail.com

sábado, 28 de junio de 2008

Grease Basics

El siguiente link nos presenta un excelente artículo sobre conceptos básicos de grasas lubricantes, publicado en la revista MACHINERY LUBRICATION, edición de Mayo-Junio 2008, titulado "Grease Basics" y escrito por Jeremy Wright. Grease Basics Para aquellas personas que desen conocer sobre el tema de grasas lubricantes, les recomiendo su lectura. Seguramente, en alguna próxima oportunidad,también les estaré escribiendo, en nuestro idioma español, de manera sencilla y resumida, conceptos básicos de grasas y sus aplicaciones. Por lo pronto, les adelanto la presente publicación en calidad de sugerencia. Alex Yomar Istúriz León Lube Consultant

jueves, 26 de junio de 2008

Lubricantes Sintéticos

Los lubricantes sintéticos son elaborados a partir de bases oleosas constituidas por moléculas similares entre si, tanto en su configuración como en tamaño, y unidas por fuertes enlaces. Estas sustancias son altamente estables y complejas, logradas a través de la síntesis o tratamiento en laboratorio de subproductos del petróleo, tal como el gas etileno, entre otros.
Principalmente, estos hidrocarburos sintetizados (SHC siglas del nombre en inglés) pertenecen a la familia de las polialfaolefinas (PAO), pero también existen del tipo poliglicoles, ésteres orgánicos, ésteres fosfatados y siliconas. Dada su estructura molecular, estos productos, al ser sometidos a cargas, proporcionan un mayor coeficiente de tracción y menor fricción interna. A su vez, esto permite obtener un ahorro importante de energía, cuya magnitud dependerá de la aplicación. En comparación con los lubricantes minerales convencionales, los sintéticos alcanzan una mayor vida útil de trabajo como consecuencia de su también mayor resistencia a la oxidación. Esta durabilidad proporciona concecuencialmente menores costos de mantenimiento, horas de parada y cantidad de cambios efectuados. Otro beneficio que se obtiene durante su utilización es una menor formación de depósitos sólidos; lacas; lodos y barnices, así como también menor corrosión y herrumbre y, por supuesto, sistemas más limpios. Los aceites sintéticos por tener una alta estabilidad térmica, pueden ser utilizados en un mayor rango de temperaturas. Tienen menor punto de fluidez, lo cual les favorece a bajas temperaturas; pero al mismo tiempo, se minimiza la posibilidad de formación de ceras y cristales. Durante arranques en frío, su mejor flujo redundará en menor desgaste de las partes lubricadas, al reducir el tiempo de fricción entre ellas. En aplicaciones expuestas a altas temperaturas también obtendremos un mejor desempeño versus lubricantes de bases minerales. La película de lubricación obtenida con lubricantes sintéticos tienen un excelente perfomance y resistencia. En comparación con aceites minerales, tienen menor volatilidad y evaporación. En conclusión, en aquellas aplicaciones de lubricación donde se requiera un producto más duradero y resistente, invariablemente de las condiciones de severidad del sistema o del entorno; que además ofrezca excelentes cualidades de protección, debe ser considerada la utilización de productos sintéticos. La misma sugerencia aplica para equipos críticos o estratégicos, o en aquellos casos que la facilidad de lubricación sesté comprometida. La indisponibilidad de lubricador dedicado o la carencia de un correcto programa de mantenimiento, también puedieran incidir en la selección. Alex Yomar Isturiz Leon Junio 2008

martes, 17 de junio de 2008

Indice de Viscosidad

El valor que determina la correlación existente entre la viscosidad de un aceite lubricante y la temperatura, es el Índice de Viscosidad (IV). De modo práctico, pudiéramos entender al índice de viscosidad como un número que refleja cuánto podrá variar la viscosidad del lubricante ante los cambios de temperatura, correspondiendo los mayores valores a aquellos aceites que presentan menor variación.

Este indicador, se obtiene a través de un ensayo de laboratorio, en la cual se contrastran los valores de dos aceites patrones (*) versus el lubricante que deseamos evaluar. Sin entrar en mayores consideraciones matemáticas, el número final se obtiene luego de ser aplicada la siguiente fórmula:

No debemos confundir, ni mal interpretar este importante valor con los datos correspondietes a la viscosidad del lubricante, ya que según hemos visto, son cosas distintas. En motores y otros sistemas donde las oscilaciones de temperaturas son muy significativas, el uso de aceites lubricantes con altos ínidices de viscosidad es altamente necesario. Inclusive, para atenuar o contrarrestar las pérdidas de viscosidad por efecto del aumento de temperatura, son utilizados productos o aditivos añadidos, que están basados en moléculas poliméricas sensibles. Como ejemplo de estas adiciones o productos terminados están en lubricantes multigrados para motores; aceites para engranajes; fluidos para sistémas hidráulicos; líquidos de transmisión automática; aceites para transferencia de calor; grasas; etc. Un caso práctico muy ilustrativo que permite entender como afecta el Indice de Viscosidad lo pueden ver en el link que encontré: http://www.widman.biz/Seleccion/Indice_Viscosidad/indice_viscosidad.html Conclusión: Cuando se requieran utilizar lubricantes cuyas viscosidades deban permanecer constantes ante los cambios de temperatura, es importante considerar su Indice de viscosidad y escoger aquellos que tengan mayores valores. Los aceites comerciales convencionales para el sector industrial tienen un IV alrededor de 90~95 y aquellos de mayor perfomance superan los 145~160. Los productos sintéticos generalemente presentan buenos IV. En aplicaciones de motores, por la naturaleza de este sistema, los índices manejados soy muy altos y siempre se desearan aquellos aceites con las cifras más altas posibles (170~200). En aeronaves, recuerdo haber visto productos con IV sobre los 370. En sistemas de refrigeración, donde las variaciones de temperaturas es el centro del sistema, el valor del IV del aceite es crítico; y normalmente son muy altos. ------ (*) Un aceite paráfinico que se asigna con IV=100 (Pensilvania) y otro nafténico con IV=0 (Gulf Coast).

domingo, 15 de junio de 2008

En Búsqueda del Aceite Hidráulico Ideal

Por su interés y sencillez, me permito sugerir la lectura del artículo "In Serch of the Perfect Hydraulic Fluid". Allí se exponen de manera clara algunos conceptos teóricos que aplican en la utilización de fuidos para sistemas hidráulicos y transmisión de potencia. El link recomendado refiere un contenido de la revista "Machinery Lubrication", (Issue Number: 200803), Mar / Apr. 2008 y escrito por Brendan Casey. http://www.machinerylubrication.com/article_detail.asp?articleid=1314&relatedbookgroup=Lubrication

lunes, 9 de junio de 2008

Monitoreo del Lubricante

MONITOREO DEL LUBRICANTE

Durante mi ejercicio profesional, además de satisfacer las necesidades de lubricación de los equipos de mis clientes, trato de añadir la mayor cantidad de valor agregado posible a la gestión. Uno de estos servicios complementarios, para aquellos casos que amerite o se justifique, lo constituye el monitoreo del lubricante en uso. Este monitoreo, puede ser o no programado; así como consistir en un prueba de campo muy sencilla o un análisis efectuado por un laboratorio especializado.

Algunas personas o empresas no aprecian esta oferta. Desestiman el valor intrínseco de la información relativa al lapso de vida de un lubricante o al valioso testimonio aportado por sus partículas en suspensión. En el primer caso, podemos maximizar los períodos de cambio, logrando ahorros en los costos. También, podemos extender la vida útil del equipo reponiendo el lubricante antes de que éste merme su potencial de trabajo al evitar que se opere en condiciones desfavorables. En el segundo caso, y a través de la lectura de las partículas en suspensión, el análisis del lubricante puede contar una historia de lo que acontece con nuestro equipo. En oportunidades, este relato pone en evidencia situaciones, que una vez han sido prevenidas, pueden constituir ahorros significativos en materiales y tiempos por paradas innecesarias. En equipos críticos, disponer de un monitoreo programado y adecuado, puede resultar en enormes ventajas y economía, ya que permitirá la detección temprana de fallas y el aumento en la confiabilidad de operación. A continuación, algunas de las pruebas realizadas a los lubricantes y que pueden ayudar a prevenir situaciones no deseadas:

Agua: Su presencia, aunque inevitable, es totalmente indeseable en cualquier valor. Existen parámetros de tolerancia al respecto según cada aplicación.

Viscosidad: Dicho en términos llanos o sencillos la viscosidad es la resistencia que opone un fluido a su movimiento a una determinada temperatura. Su dilución puede indicar contaminación con combustibles.

Conteo de partículas: Esta prueba determina el tamaño de partículas o la cantidad de agentes contaminantes sólidos presentes en el aceite. Es una especie de lectura de los niveles de limpieza y permite comparar contra los valores de contaminantes tolerables o especificados por los fabricantes del equipo para su óptimo funcionamiento.

Análisis de Metales: Este ensayo puede determinar la presencia de partículas, originadas por el desgaste normal de los componentes del equipo o máquina, así como de otros metales contaminantes.

Análisis Infrarrojo: Evaluación que permite identificar los compuestos orgánicos presentes en el lubricante; es decir: nivel de oxidación; agua; glicol; nitración; sulfatación; combustible u hollín.

Basicidad: Capacidad de neutralización que tiene el lubricante para contrarrestar la acción de los ácidos provenientes de la combustión en equipos y motores. Se le entiende como la reserva alcalina del aceite.

Acidez: Es el grado de acidez total presente en el lubricante formados en el proceso de oxidación del mismo. Se incrementa con el envejecimiento del aceite.

miércoles, 4 de junio de 2008

Mezclas de Lubricantes

Mezclas de Lubricantes


Alex Yomar Istúriz León

Junio 2008.

Los usuarios siempre preguntan sobre las consecuencias de mezclar aceites lubricantes. En primer lugar debemos precisar que estos productos tienen propiedades y características muy específicas que les permiten operar de manera satisfactoria en aquellas aplicaciones para las cuales fueron diseñados.

Los lubricantes son confeccionados a partir de bases obtenidas de la refinación y/o síntesis de hidrocarburos, pudiendo resultar en aceites minerales o aceites sintéticos. Los últimos, tienen una mayor resistencia a la oxidación y un mayor costo de producción por requerir, también, mayor tecnología en su manufactura.

Aceites de viscosidades diferentes, al ser mezclados, pueden arrojar resultados imprevistos.

Cada aplicación en particular requiere de determinado lubricante y una viscosidad específica. Los materiales a lubricar, la temperatura y grado de contaminación del medio ambiente infieren de modo directo en la escogencia del aceite. Otros factores propios de la aplicación (torque, velocidad, potencia, etc.), obviamnente, también inciden en la selección. Los fabricantes de los equipos, generalmente, consideran todas estas variables y sugieren el producto y la viscosidad correcta a utilizar; así como sus alternativas, en caso de existirlas.

Los paquetes de aditivos que se agregan a los lubricantes imprimen características importantes de acuerdo a las exigencias en su utilización. Debemos recordar que los aditivos son productos químicos que se añaden de manera balanceada; y que cada uno de estos puede inhibir la acción de los otros, al romperse el perfecto equilibrio formulado en su diseño. En otras palabras, y tomándolo sólo como ilustración, el paquete de aditivos de un aceite lubricante para sistemas hidráulicos dista mucho de la formulación de aditivos colocada en un aceite para engranajes.

Las normativas nacionales e internacionales establecen parámetros y niveles de calidad que las empresas de marcas reconocidas de lubricantes acatan con rigor. La miscibilidad es una propiedad requerida y permite que los aceites puedan ser mezclados. Ejemplo: un aceite automotriz API SL, de viscosidad SAE 15W40 de una marca respetable cualquiera debe ser compatible con otro aceite de otra marca con iguales características.

Finalmente, y en contraposición con lo supracitado, las tecnologías empleadas por los fabricantes de lubricantes suelen ser distintas. En algunos casos, estas diferencias pueden ser las responsables de precipitados o sedimentos en los depósitos de los motores.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Aceites Lubricantes Automotrices. ¿Cuál Utilizar?

Aceites Lubricantes Automotrices. ¿Cuál utilizar?

La evolución y desarrollo tecnológico incide notablemente en el campo automotriz. Los fabricantes de vehículos, cada vez, desarrollan prototipos y modelos más eficientes. Como consecuencia, la industria petrolera está obligada a ofrecer lubricantes que satisfagan los nuevos requerimientos. A partir del 30 de Noviembre del 2004, la American Petroleum Institute (API) presentó su nueva clasificación SM.

Los aceites lubricantes con nivel de servicio SM ofrecen una mejor resistencia a la oxidación y protección contra depósitos, así como contra desgastes. Algunas marcas satisfacen los últimos requerimientos de las especificaciones ILSAC o reunen las condiciones para recibir la clasificación “Energy Conserving”

Las clasificaciones API SH y anteriores se consideran obsoletas. De acuerdo con el año de fabricación del vehículo los niveles de servicios API de los lubricantes de motor se resume en la siguiente tabla:

Año Vehículo

Nivel Servicio del Lubricante

2004 o más reciente

SM

2004 ~ 2002

SL

2001 o anterior

SJ

En Venezuela, conforme a lo dispuesto en la Gaceta Oficial número 38,829, publicada el 11 de Diciembre de 2007, la comercialización de lubricantes queda obligada al cumplimiento de niveles de calidad mínimo allí declaradas (Normas Covenin 0936-1 y 0936-2). Por otro lado, también están a la disposición de todos los consumidores, aceites con nivel de servicio SM.

Finalmente me permito sugerir que la utilización del lubricante adecuado para su vehículo y el cumplimiento de un programa de mantenimiento que se corresponda con el uso y condiciones de manejo.