lunes, 9 de junio de 2008

Monitoreo del Lubricante

MONITOREO DEL LUBRICANTE

Durante mi ejercicio profesional, además de satisfacer las necesidades de lubricación de los equipos de mis clientes, trato de añadir la mayor cantidad de valor agregado posible a la gestión. Uno de estos servicios complementarios, para aquellos casos que amerite o se justifique, lo constituye el monitoreo del lubricante en uso. Este monitoreo, puede ser o no programado; así como consistir en un prueba de campo muy sencilla o un análisis efectuado por un laboratorio especializado.

Algunas personas o empresas no aprecian esta oferta. Desestiman el valor intrínseco de la información relativa al lapso de vida de un lubricante o al valioso testimonio aportado por sus partículas en suspensión. En el primer caso, podemos maximizar los períodos de cambio, logrando ahorros en los costos. También, podemos extender la vida útil del equipo reponiendo el lubricante antes de que éste merme su potencial de trabajo al evitar que se opere en condiciones desfavorables. En el segundo caso, y a través de la lectura de las partículas en suspensión, el análisis del lubricante puede contar una historia de lo que acontece con nuestro equipo. En oportunidades, este relato pone en evidencia situaciones, que una vez han sido prevenidas, pueden constituir ahorros significativos en materiales y tiempos por paradas innecesarias. En equipos críticos, disponer de un monitoreo programado y adecuado, puede resultar en enormes ventajas y economía, ya que permitirá la detección temprana de fallas y el aumento en la confiabilidad de operación. A continuación, algunas de las pruebas realizadas a los lubricantes y que pueden ayudar a prevenir situaciones no deseadas:

Agua: Su presencia, aunque inevitable, es totalmente indeseable en cualquier valor. Existen parámetros de tolerancia al respecto según cada aplicación.

Viscosidad: Dicho en términos llanos o sencillos la viscosidad es la resistencia que opone un fluido a su movimiento a una determinada temperatura. Su dilución puede indicar contaminación con combustibles.

Conteo de partículas: Esta prueba determina el tamaño de partículas o la cantidad de agentes contaminantes sólidos presentes en el aceite. Es una especie de lectura de los niveles de limpieza y permite comparar contra los valores de contaminantes tolerables o especificados por los fabricantes del equipo para su óptimo funcionamiento.

Análisis de Metales: Este ensayo puede determinar la presencia de partículas, originadas por el desgaste normal de los componentes del equipo o máquina, así como de otros metales contaminantes.

Análisis Infrarrojo: Evaluación que permite identificar los compuestos orgánicos presentes en el lubricante; es decir: nivel de oxidación; agua; glicol; nitración; sulfatación; combustible u hollín.

Basicidad: Capacidad de neutralización que tiene el lubricante para contrarrestar la acción de los ácidos provenientes de la combustión en equipos y motores. Se le entiende como la reserva alcalina del aceite.

Acidez: Es el grado de acidez total presente en el lubricante formados en el proceso de oxidación del mismo. Se incrementa con el envejecimiento del aceite.

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