jueves, 9 de octubre de 2008

Mantenimiento en Automóviles

Las ciudades, pueblos y países, así como sus economías, se han construido y crecido en torno al desarrollo que han tenido los sistemas de comunicación; muy especialmente, la terrestre y más específicamente, gracias a la evolución del parque automotor. En muchos casos, el automóvil determina la forma de vida de sociedades y personas. Para nuestras sociedades contemporáneas, el automóvil constituye un artículo útil y necesario en el desempeño de muchas de actividades cotidianas.

Esta relación de dependencia obliga la consideración de un adecuado mantenimiento y atención de parte de quien posee un vehículo. Ciertamente que los costos de adquisición, mantenimiento, valor del combustible, así como de otros tantos valores asociados, inciden significativamente en los propietarios de vehículos, quienes se avocan a cuidar su inversión y mantenerla en las mejores condiciones operativas posibles.

Por otra parte, la contaminación ambiental producida por los productos residuales de la combustión, ha obligado que gobiernos y organizaciones civiles diseñen estrategias para contrarrestar el consumo de combustibles fósiles. En muchos países existen leyes y controles estrictos en materia de contaminación ambiental, llegándose a establecer cifras máximas de aceptación respecto a las emisiones de partículas generadas por los vehículos automotores.

Mundialmente, los principales e importantes fabricantes de lubricantes, realizan esfuerzos por mantenerse actualizados en los aspectos citados. Año tras año, los productos son mejorados para optimizar el funcionamiento de los automóviles. No obstante, esto no exime del cumplimiento oportuno de un adecuado mantenimiento preventivo; el cual determina la durabilidad y rendimiento de los motores, tal como venimos señalando.

Un eficiente programa de mantenimiento también permite reducir o minimizar la aplicación de correctivos o reparaciones en los componentes de nuestros vehículos. Los tiempos de paradas por fallas y sus costes asociados, tienden a ser menores. Aparte, podemos señalar también, tanto la confiabilidad como la disponibilidad del automóvil; factores que se incrementan sensiblemente y los cuales pueden representar variables claves de rendimiento a considerar y/o evaluar.

La utilización de productos de buena calidad y de marcas reconocidas, en la cantidad y regularidad que determinen, tanto el fabricante, como el uso dado al motor, serán elementos importantes y decisivos para el óptimo funcionamiento del mismo. La regla de oro a aplicar es la de tomar muy en cuenta las recomendaciones y especificaciones efectuadas por los fabricantes automotrices, utilizando en la medida de lo posible, el tipo de producto por ellos sugeridos.

Puntos de revisión frecuente en automóviles:

  • - Sistemas de lubricación (motor, caja, transmisión, equipos accesorios)
  • - Sistemas de frenos
  • - Correas
  • - Sistema de enfriamiento
  • - Sistema de combustibles
  • - Sistema eléctrico
  • - Neumáticos

En cuanto a los detalles, hay pautas generales para estos puntos de revisión, sin embargo, cada fabricante tiene sus particulares indicaciones de acuerdo con las necesidades y características de cada modelo de vehículo. Sugerimos consultar los manuales de usuarios suministrados conjuntamente con su vehículo.